Transformando la herencia en un legado productivo

En los años 90, el liderazgo femenino en la agricultura era poco común. Sin embargo, Bertha y Rosa rompieron con esta tradición cuando heredaron dos hectáreas de terrenos baldíos de su padre, Wilmer. Lejos de vender las tierras o dejarlas improductivas, decidieron convertirlas en un próspero cultivo de arroz, apostando por el trabajo y la perseverancia.

Los primeros años no fueron fáciles. La falta de conocimientos técnicos y las dificultades para acceder a mercados fueron obstáculos que pusieron a prueba su determinación. Sin embargo, en lugar de rendirse, buscaron alternativas para hacer de su tierra un medio de vida sostenible. Fue entonces cuando encontraron el apoyo de WinA, una organización que impulsa el desarrollo agrícola a través de la capacitación y el acceso a recursos.

Gracias a los programas de formación en manejo sostenible del suelo y comercialización agrícola, Bertha y Rosa aprendieron a mejorar la fertilidad de la tierra con técnicas ecológicas y a optimizar su producción. Además, descubrieron el valor de procesar su arroz para venderlo con un valor agregado, accediendo así a mejores oportunidades de negocio.

Hoy, su emprendimiento no solo les permite ser autosuficientes, sino que también ha inspirado a otras mujeres de su comunidad a ver la agricultura como un camino viable para el crecimiento económico y la independencia. Su historia es un ejemplo de cómo la capacitación y el acceso a herramientas adecuadas pueden transformar una herencia en un legado productivo y sostenible.

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